Narrativa barroca: Obras y autores
Puntos clave
Durante el Barroco se reformulan algunos géneros característicos del Renacimiento, como la novela picaresca o la novela corta. Las dos obras principales de la picaresca del siglo XVI son Guzman de Alfarache de Mateo Alemán y El Buscón de Quevedo.
Info 1: La novela picaresca
La picaresca es un subgénero narrativo que se inicia en el Renacimiento con la publicación del Lazarillo en 1554. La finalidad de la picaresca es realizar una crítica social a través de la narración de la vida de un pícaro, al que se presenta como un antihéroe. Durante el Barroco se continúa cultivando este género.
Info 2: Guzmán de Alfarache
Esta obra de Mateo Alemán se publicó en dos partes: la primera, en 1599, y la segunda en 1604. En el Guzmán de Alfarache se narra la historia de Guzmán, quien cuenta en primera persona los hechos que le han llevado a su situación (al igual que sucede en el Lazarillo). La obra es, al mismo tiempo, un discurso moral, en el que el personaje de Guzmán representa un modelo de lo que no se debe hacer.
El relato se interrumpe en varias ocasiones para introducir reflexiones acerca de diversos temas: la política, la religión, la corrupción de la sociedad, etc. Ya desde su publicación tuvo una gran acogida. Con esta novela terminaron de asentarse los principales rasgos de la novela picaresca.
Info 3: El Buscón
Francisco de Quevedo publicó esta obra en 1626. Su título completo es Historia de la vida del Buscón llamado don Pablos, ejemplo de vagamundos y espejo de tacaños. La principal diferencia de esta obra con las dos anteriores (el Lazarillo y el Guzmán) es que Pablos, el protagonista del Buscón, no parece evolucionar ni presenta remordimiento alguno por los hechos pasados que narra, y después de una vida de continuos fracasos, termina por emigrar a las Indias para probar suerte. Se trata, más que de una obra con fin moralizante, de un alarde de ingenio de Francisco de Quevedo, quien aprovecha las claves del género para realizar una caricatura de la sociedad.