Poesía narrativa medieval: Obras y autores
Puntos clave
Durante la Edad Media se desarrolló también una poesía de tipo narrativo. En el marco de la literatura popular esta fue la poesía épica y los romances. Por otro lado, destacan dos obras dentro del mester de clerecía: Milagros de Nuestra Señora, de Gonzalo de Berceo (s. XIII) y El Libro de buen amor, del Arcipreste de Hita (s. XIV).
Info 1: Poesía épica
Los poemas épicos narraban las hazañas de un héroe. La finalidad de estas composiciones era ensalzar la historia de una nación: para ello, se recurría a la mención en ellos de personajes y sucesos históricos, lo que dotaba a los demás hechos narrados de un carácter legendario. Estos poemas se transmitían oralmente, por lo que se conservan diferentes versiones escritas y se suele desconocer la autoría original.
A lo largo de la historia, la épica ha formado parte de la cultura de muchas de las grandes civilizaciones, como La Iliada y La Odisea en Grecia, o La Eneida en Roma. En la Edad Media se recupera este género en toda Europa, con obras como Beowulf (épica anglosajona) o la Chanson de Roland (épica francesa). Los poemas épicos castellanos reciben el nombre de cantares de gesta, y de entre todos ellos destaca el Cantar de Mio Cid (s. XII-XIII).
Info adicional 1: Cantar de Mio Cid
Este poema épico probablemente tuvo origen oral y fue transmitido en un principio por los juglares. Más tarde, sería recogido por escrito, entre finales del s. XII y principios del XIII. El manuscrito que se conserva hoy en día es una copia de este, fechada en el siglo XIV.
La acción de la obra transcurre durante el reinado de Alfonso VI (siglo XI), y cuenta la historia de Rodrigo Díaz de Vivar, un personaje histórico que, aunque fue desterrado por el rey, terminó convirtiéndose en un héroe. En este poema, y en la épica castellana en general, no hay inclusión de elementos fantásticos o sobrenaturales (a diferencia de otras tradiciones épicas europeas), sino que se caracteriza por una mayor verosimilitud. La obra se divide en tres cantos:
CANTAR DEL DESTIERRO
| El Cid es desterrado de Castilla injustamente por orden de Alfonso VI. Para recuperar sus bienes, su honor, y el favor del rey, se propone la conquista de los territorios ocupados por los musulmanes. |
CANTAR DE LAS BODAS
| El Cid consigue el perdón del rey tras haber conquistado Valencia. Por ello, se concierta el matrimonio de doña Elvira y doña Sol (hijas del Cid) con los infantes de Carrión. |
CANTAR DE LA AFRENTA DE CORPES
| Los infantes de Carrión humillan a doña Elvira y doña Sol y las abandonan a su suerte. Rodrigo vuelve a perder su honra, pero la recupera tras conseguir la nulidad de los matrimonios de sus hijas. Finalmente, éstas se casan con los futuros reyes de Navarra y Aragón.
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Recuerda que: En la poesía épica es común el uso de epítetos épicos, sintagmas con los que el juglar se refiere al héroe para alternar su nombre al tiempo que lo enaltece, como «el buen nacido» o «el que en buena hora ciñó espada».
Info 2: Los romances
De la fragmentación de los poemas épicos surgen los primeros romances: textos breves, compuestos en versos octosílabos, con rima asonante en los versos pares. Al ser transmitidos oralmente, también se conservan diversas versiones de algunos de estos poemas. Los romances tradicionales (la mayoría de ellos anónimos) se recogieron en romanceros a finales del siglo XV. La temática de estos textos podía ser histórica, e incluso servir de noticiero entre reinos; pero también se crearon romances lírico-novelescos, de contenido ficticio.
Ejemplo
[...]
Al entrar en el portal, el marido preguntó —¿De quién es aquella capa que en mi percha veo yo? —Tuya, tuya, maridito, que te la he comprado yo. —¿De quién es aquél sombrero que en mi percha veo yo? —Tuyo, tuyo, maridito, que te lo he comprado yo. Se fueron para la cama y una cabeza encontró. —¿De quién es esa cabeza que en mi cama veo yo? —Del niño de la vecina que en mis brazos se durmió Caramba con el chiquillo, tiene barba como yo. [...]
(Romance popular)
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8- 8a 8- 8a 8- 8a 8- 8a 8- 8a 8- 8a 8- 8a 8- 8a 8- 8a
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Info 3: El mester de clerecía
Se conoce como mester de clerecía a la producción literaria de los clérigos entre los siglos XIII y XIV. Estos autores utilizaban la cuaderna vía, un tipo de estrofa formada por cuatro versos alejandrinos. Al tratarse de personalidades religiosas, la finalidad de sus textos solía ser didáctica o moralizante. Destacan principalmente las obras de Gonzalo de Berceo y el Arcipreste de Hita.
gonzalo de berceo (s. xiii)
Su principal obra, Milagros de Nuestra Señora, está compuesta por una introducción y veinticinco narraciones en las que se cuentan milagros atribuidos a la Virgen.
arcipreste de hita (s. xiv)
Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, fue el autor del Libro de buen amor. En esta obra escrita en primera persona se relatan las aventuras amorosas de un arcipreste seductor, entre las que se insertan narraciones breves con algún tipo de moraleja (exempla).
La finalidad de este libro es ambigua: el autor propone en el prólogo una distinción entre el buen amor (el amor a Dios) y el loco amor (lujurioso). El texto supone una recopilación de ejemplos del segundo, por lo que este texto podría ser, más bien, una sátira escrita con el fin de denunciar la hipocresía del clero.