La dinámica terrestre genera diferentes tipos de esfuerzos generando deformaciones o roturas en las rocas. Este tipo de deformaciones se denominan estructuras tectónicas, entre las que se encuentran las fallas y los pliegues.
Las placas tectónicas al moverse generan diferentes tipos de esfuerzos que afectan al comportamiento de las rocas. Este tipo de esfuerzos está generado por tres tipos diferentes de fuerzas:
Fallas
En algunos casos los esfuerzos superan la resistencia de la roca, generando fracturas que se denominan fallas. Estas fracturas producen dos bloques diferentes: bloque de muro y bloque de techo, ambos separados por el plano de falla.
Dependiendo del tipo de esfuerzo generado, existen diferentes tipos de fallas:
Los esfuerzos compresivos pueden dar lugar a deformaciones plásticas de las rocas, generando los pliegues.
Los pliegues se definen a partir de una división imaginaria, denominada plano axial, que lo divide en dos mitades diferentes denominadas flancos.
Existen diferentes tipos de pliegues dependiendo de la ubicación de los materiales:
También existen pliegues tumbados (3) producto de la gran deformación de la litosfera y todos ellos siempre se clasifican atendiendo al plano axial (4).
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Los pliegues son deformaciones dúctiles de las rocas producidas por esfuerzos compresivos, donde las mismas no llegan a romperse, únicamente se pliegan.
Existen tres tipos diferentes de esfuerzos, los compresivos, distensivos y los de cizalla.
Las fallas son fracturas en las rocas generadas por esfuerzos geológicos.
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