Mejora tu memoria a través del aprendizaje social y emocional (SEL)

Este artículo explica el enfoque de enseñanza conocido como aprendizaje social y emocional. Este método busca entrenar tu memoria para ayudarte a recordar mejor las cosas. Una de las mejores maneras para hacerlo es inventando una pequeña historia. Para ello, existen unos pasos que puedes seguir.

Tres pasos para mejorar tu memoria a través del aprendizaje social y emocional

1. Primero, es importante involucrar tus sentidos en el aprendizaje todo lo posible (ya sea la vista, el oído o el olfato). Los estudios han demostrado que cada tipo de información sensorial recibida (visual, táctil, auditiva o de gusto) corresponde a un área específica de nuestro cerebro. Por lo que, cuando codificamos información utilizando diferentes sentidos al mismo tiempo, aumentamos las conexiones cerebrales relacionadas con esta información y, por tanto, aumentamos la facilidad con la que podemos acceder a ella más tarde, pues ha sido almacenada en diferentes lugares simultáneamente. De alguna forma, este método puede relacionarse con el concepto de sinestesia, que es la habilidad de conectar diferentes sentidos.


2. Lo segundo es tratar de regresar a la infancia mentalmente. Piensa, por ejemplo, en cuando tenías 5 años. En aquel entonces, tu imaginación no tenía límites y encontrabas infinitas maneras de entretenerte creativamente, ya fuera creando historias, inventando amigos imaginarios o probando algún juego nuevo. Lo mejor que puedes hacer es volver a insertarte en ese espacio mental y dejar que tus recuerdos y vivencias personales te inspiren. 


3. Por último, para producir una buena historia, tanto las acciones como los personajes deben quedar conectados correctamente. Por eso, en este último paso, debes establecer un hilo conector entre los diferentes elementos de tu historia.

¡Un ejemplo para ponerlo en práctica!

Aquí debajo te damos un ejemplo de una historia creada siguiendo este método:

Este primer ejercicio busca conseguir que recuerdes seis palabras: Zorro, collar, trompeta, isla, flotador y palmera.

Esta es la historia de un zorro al que le encantaba llevar collares.

A nuestro zorro le gusta mucho tocar la trompeta, pero se aburre de hacerlo siempre en casa. Así que decide ir a una isla en mitad del océano para tocar música. Como sucede en la mayoría de las islas, hay una palmera en ella. Después de tocar la trompeta durante un buen rato, el sol le empieza a quemar las orejas, por lo que se pone el flotador que ha traído consigo y se mete al agua para refrescarse.

Con este ejemplo, queda claro que no es demasiado complicado crear una historia utilizando esas seis palabras. Simplemente, tienes que dar rienda suelta a tu imaginación y establecer conexiones entre las palabras.

En este caso, hemos hecho uso de varios sentidos. Por ejemplo, en términos visuales, el hecho de que el zorro lleve collares te ayuda a visualizar la imagen del zorro de forma más vívida. Para invocar la percepción auditiva, es fácil imaginar el sonido de la trompeta y la música que sale de ella. Las referencias táctiles y olfativas se relacionan con la estancia en la isla, en como te sientes al enterrar tus pies en la arena caliente y el olor a sal que desprende el mar.

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