Hacer ejercicio como mejora en el proceso de aprendizaje

Todo el mundo sabe que la actividad física aporta muchos beneficios al cuerpo y la mente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda al menos una hora de actividad física moderada al día. Sin embargo, no es lo mismo decirlo que hacerlo. Seguro que en periodo de exámenes estás tan centrado en el estudio, que no te acuerdas de tu bienestar físico. De este modo, dejas el deporte en un segundo plano. Sin embargo, mantener la actividad física durante periodos de estudio intenso es esencial para rendir más en tus exámenes. En este artículo aprenderás por qué es tan importante mantenerse físicamente activo durante el periodo de exámenes y por qué el deporte mejora tu capacidad de aprendizaje.

La memoria en su máxima potencia

El ejercicio no sólo es beneficioso para tu salud física, sino también para la mental, que es indispensable para aprobar un examen. El deporte te da la oportunidad de desahogarte, de alejarte de toda preocupación y de desconectar. Por tanto, estarás como nuevo y con la mejor energía antes de ponerte a estudiar de nuevo. El deporte te estabiliza y hace que tu memoria está más receptiva al procesar información. Gracias a los endocannabinoides, pequeñas moléculas producidas por el organismo durante el esfuerzo físico, se mejora la memoria y el rendimiento cognitivo. Por lo tanto, es aconsejable hacer algo de ejercicio antes de estudiar para liberar estas moléculas y aprovechar al máximo el tiempo de estudio.

La mayor concentración posible

Independientemente de la actividad física que realices, al hacer ejercicio, tu circulación se potencia y tu sangre, llena de oxígeno, fluye hacia tu cerebro. Esto significa que se estimulan las neuronas, fomentando el crecimiento celular y haciendo que tu cerebro sea más receptivo y eficiente. Por lo tanto, es aconsejable hacer ejercicio antes de cualquier actividad que conlleva mucha concentración o antes de un examen. ¡Ten cuidado! No te lleves al límite, sino estarás completamente agotado después. Por ejemplo, puedes ir a dar un paseo al aire libre justo antes de un examen. O, si notas que te distraes mientras estudias, para y ¡haz el pino! Esto estimula la circulación y hace que la sangre fluya hacia la cabeza.

Menos estrés, más bienestar

Durante el periodo de exámenes, el estrés y la falta de sueño son inevitables, pero esto puede provocar un descenso del rendimiento. La actividad física aumenta los niveles de endorfinas, la famosa hormona que genera la sensación de bienestar y felicidad. Después del ejercicio, uno está menos estresado y se siente más ligero, lo que es crucial para conseguir un buen proceso de aprendizaje. El ejercicio regular también es muy importante para mejorar la calidad del sueño. El ejercicio facilita la conciliación del sueño y se duerme mejor y más profundamente durante la noche. Por lo tanto, al día siguiente sentirás que has descansado. Por eso, cuando no tengas ganas de nada o estés de mal humor, el ejercicio es una forma saludable y beneficiosa de volver a poner en marcha tu cuerpo y tu mente.

A tope de energía

Está demostrado que el deporte aumenta el rendimiento mental y la creatividad. Incluso a baja intensidad, el ejercicio renueva tu energía. Por eso, en lugar de tomarte un descanso para ver la televisión en el sofá o mirar las redes sociales, sal a correr, a caminar o haz yoga. Esto te ayudará a inspirarte y a llenarte de energía para estudiar mejor.

¿Qué deporte hago?

Hay muchísimos deportes que puedes practicar, ¡así que no tienes excusa! Solo tienes que encontrar el deporte que se adapte a ti, que sea divertido y motivador, que te ayude a desconectar y que te proporcione el equilibrio que deseas.

• El yoga: es ideal para la relajación, la concentración o incluso la meditación, ya que es muy mental. Es una buena manera de estirarse después de largas horas sentado. Además, puede ayudarte a dormir después de un día de estudio intenso. Puedes elegir entre numerosos ejercicios de estiramiento, de respiración y de relajación. En definitiva, si no has tenido tiempo u oportunidad de hacer ejercicio durante el día, esta es una gran manera de relajarse antes de dormir y poner distancia entre los libros de texto y tú.

• El tenis, el golf, el tiro con arco o el billar: estos también son beneficiosos para estimular el cuerpo y la mente. Requieren de habilidad y promueven la concentración.

• La natación: es otro deporte adecuado ya que libera neurotransmisores como la serotonina que alivian el estrés y reducen la ansiedad. La natación también es muy beneficiosa para el dolor de articulaciones. Salir a correr o jugar al tenis es más agresivo para el cuerpo, así que, si no es eso lo que buscas, la natación sería una gran alternativa.

• La danza: este es uno de los deportes más exigentes, porque requiere no sólo una cierta forma física previa, sino también de coordinación y concentración para memorizar la coreografía y seguir el ritmo de la música. Por tanto, con la danza, puedes entrenar tanto tu cuerpo como tu capacidad de concentración. Además, la música te evade y te hará desconectar. Puedes encontrar un artículo completo sobre el tema en nuestro blog (https://staging-es.evulpo.com/blog/estudiar-con-musica-buena-o-mala-idea)

• Caminar y correr: son ideales para cuando no tienes mucho tiempo o si el polideportivo te pilla muy lejos. Además, el aire fresco hace que tu mente se despeje.

• Deportes de equipo: las clases grupales del gimnasio o los deportes de equipo fomentan el compañerismo, ¡además de ser una excusa para quedar con tus amigos!

Ahora que conoces todos los beneficios de la actividad física, sólo tienes que elegir uno, dos o incluso tres deportes e incorporarlos a tu rutina. Así que, ¡al lío!

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