Gestionar el estrés en época de exámenes: ¿cómo pueden los padres ayudar a sus hijos?

El estrés es una gran tensión física y mental que puede producirse antes o durante una situación difícil, como un examen, y puede afectar a nuestra salud. Por lo tanto, es importante que los padres se mantengan cerca de sus hijos durante las fases propensas al estrés. Es importante que se muestren comprensivos y den todo el apoyo posible. Aunque el estrés significa cosas diferentes para cada persona, además de expresarse y causarse de forma diferente, puede gestionarse con algunos métodos.

En este artículo, le daremos algunos consejos para ayudar a sus hijos a controlar el estrés.

1. Evitar la presión

La forma en que los padres afrontan su propio estrés y sus problemas influye en sus hijos. Intenta ser un modelo de serenidad y mantener el equilibrio.

Además, no debe presionar a su hijo. Los niños necesitan reglas y rutinas durante su proceso de aprendizaje para poder concentrarse y aprender de la mejor manera. El interés de los padres por el proceso de aprendizaje de sus hijos está indudablemente motivado, pero, dependiendo de la situación, también puede suponer una presión para el niño. Así que asegúrate de que tu hijo sepa que el éxito académico no lo es todo en la vida, que los padres siempre están ahí, independientemente de que sus notas sean buenas o malas. Por ejemplo, si observa que su hijo se ha esforzado al máximo, pero no ha conseguido superar la prueba, reconozca el esfuerzo de todos modos y, en un segundo momento, intenten encontrar juntos una solución para que la próxima vez vaya mejor. De este modo, el niño se sentirá menos presionado y estará más motivado.

2. Mantener el equilibrio

El descanso y el equilibrio durante el proceso de aprendizaje son tan importantes como el propio aprendizaje, porque sólo así su hijo tendrá la energía suficiente para seguir aprendiendo y estar concentrado y motivado. Por lo tanto, debes planificar suficientes descansos para tus hijos, preferiblemente incluyendo actividades deportivas o relajantes, como escuchar música, dar un paseo, etc.
El ejercicio físico no sólo ayuda a su hijo a descansar el cerebro, sino que también reduce el riesgo de enfermedades mentales. Además, estimula la circulación y, si la actividad se realiza al aire libre, les permite tomar aire fresco y la luz del día. Todos los niños necesitan tiempo para jugar, moverse y tener encuentros con otros niños para descansar y regenerarse del estudio.

3. Asegúrese de que su hijo duerme lo suficiente

Una buena noche de sueño, con suficiente descanso saludable, es un requisito básico para un día productivo. Por lo tanto, debes asegurarte de que tu hijo duerme lo suficiente (de 8 a 10 horas es lo óptimo), especialmente en los momentos de estrés. Por eso, promueve que tu hijo se acueste a las horas adecuadas y establece una rutina. La primera o segunda hora antes de acostarse debe dedicarse a actividades relajantes, como leer o escuchar un audiolibro, para que sea más fácil conciliar el sueño. Además, es importante reducir el tiempo de pantalla antes de ir a la cama, así como establecer reglas para el uso del smartphone.

4. Fomentar el tiempo de conversación

Es importante que tu hijo sepa que puede contar contigo para hablar de sus problemas, sean del tipo que sean. Escúchele atentamente y ayúdale a resolverlos usted mismo. Mira a tu hijo con comprensión e interés y si notas que está estresado, ofrécete a hablar. Pregúntale cómo se siente y qué siente. Crea el ambiente para una buena conversación, porque hablar puede ayudarle a sentirse mejor. Llorar también puede ayudar a liberar la presión y reconocer los sentimientos. En este caso, abrázale y demuéstrale que siempre estás ahí. Sin embargo, no obligue a su hijo a hablar. Permita que continúen la conversación o no.

Si quieres saber más sobre el estrés y cómo gestionarlo puedes echar un ojo a nuestros blogs: ¿Qué es el estrés y cómo se gestiona? y Consejos para controlar el estrés en época de exámenes.