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Errores comunes al estudiar y cómo evitarlos

Errores durante el estudio

Durante el estresante periodo de exámenes, es importante mantener la cabeza fría para evitar errores. En este artículo aprenderá cuáles son los errores más comunes y cómo evitarlos.

«¡Tengo mucho que estudiar y muy poco tiempo!»

Seguro que te lo han dicho muchas veces, pero lo más importante es empezar a estudiar con tiempo. Si lo vas retrasando y luego intentas memorizar mucha información de golpe, seguro que no te irá bien. Estudiar el día de antes provoca errores, no podrás recordarlo todo y no distinguirás la información importante de los detalles.

Si necesitas que un tema permanezca en tu memoria a largo plazo, debes dedicarle tiempo y repasar a menudo. Imagina que quieres aprender a hacer el caballito con la moto, primero tendrás que saber cómo montar en línea recta. Lo mismo ocurre en clase, si se da un tema nuevo en clase de matemáticas, debes conocer primero las fórmulas básicas para poder controlar las fórmulas nuevas y más complicadas. Por tanto, olvidarlo todo después de hacer el examen no es una opción y esto ocurre cuando estudias el día de antes empleando la memoria a corto plazo. Para evitarlo, empieza a estudiar con tiempo y lo que aprendas permanecerá en tu memoria. Además, tendrás tiempo suficiente para dividir el material en apartados y no agobiarte.

«¡No sé por dónde empezar!»

Es común sentirse sobrepasado/a por la cantidad de información que debes saber para un examen. Cuando esto ocurre, empiezas a estudiar como pollo sin cabeza y se cometen errores. Para evitarlo, es importante que tengas una idea general de qué se pide en el examen.

Los/as profesores/as suelen indicar cuáles son los contenidos más importantes de cada tema para guiarte. De este modo, sabrás lo que es realmente necesario y podrás eliminar de tus apuntes lo que no entra en el examen.

Una vez tengas claro qué contenido es el relevante, empieza a planificarte. Debes elaborar un plan de estudio realista dividiendo bien el tiempo para que puedas hacerlo todo antes el día del examen y no te veas en apuros.

También es importante planificar los descansos. Nadie puede dedicar todo su tiempo a estudiar, el cerebro necesita pausas para procesar y ordenar la información y despejarse. Sin embargo, mirar el móvil no es descansar debido al impacto de la pantalla en el cerebro. Levántate, da un paseo, haz deporte, duerme la siesta y no olvides ventilar la habitación. Después del descanso te sentirás a tope de energía para seguir estudiando. 

Por último, deja tiempo para imprevistos. Puede ocurrir algo que no esperabas y que te trastoque tu plan de estudio y debes estar preparado/a. Puedes encontrar artículos útiles en el blog que te ayudarán a crear un buen plan de estudio.

«¡Cuantísimo texto!»

Puede resultar muy agobiante tener una pila de libros delante y no saber por dónde empezar. Cuando te pase, divide el texto y decide qué cantidad puedes estudiar al día. Si le dedicas un poco de tiempo cada día, te darás cuenta de que no es tanto contenido como pensabas.

Un truco es hacer el texto más interesante. Para ello, usa bolígrafos de colores y notas adhesivas. Escribe las palabras clave de cada párrafo y resume lo que recuerdes de cada apartado. De este modo, verás lo que se te ha olvidado escribir y, por tanto, lo que necesitas repasar. Por último, haz los resúmenes con tus propias, lo recordarás mejor que si lo copias tal cual.

«¡Ya me lo sé!»

Cuando se dice esta frase, normalmente no se ha comprendido el contenido de todo, así que ¡ponte a prueba! Mientras estudias, anota preguntas que te sirvan para comprobar si lo has entendido. También puedes pedir ayuda a alguien para que te pregunte y lo compruebe con tus apuntes. Otra opción es escribir las preguntas tal y como podrían aparecer en el examen. Si por el contrario tienes que escribir una redacción, haz un simulacro en casa escribiendo una versión de tu futura redacción. Si tienes un examen tipo test, prepara preguntas cortas e intenta responderlas en el menor tiempo posible. Con estas técnicas te darás cuenta rápidamente de qué temas necesitas revisar y cuáles verdaderamente te sabes. 

La clave para sacar buenas notas es encontrar el método de aprendizaje que funcione para ti. Tienes el método Pomodoro y el método SKV, por ejemplo. También hay aplicaciones del móvil útiles que te ayudarán a estudiar. Puede encontrar artículos sobre esto en el blog. 

«¡Sólo voy a ver qué hacen mis amigos/as!»

El teléfono móvil es un arma de doble filo. Si no vas a usar aplicaciones educativas, lo mejor es ponerlo lejos de tu escritorio, ponerlo en silencio o apagarlo del todo. Quita de tu escritorio todo lo que pueda distraerte. Está claro que clasificar los bolígrafos por colores es más emocionante que aprender vocabulario en inglés de memoria, pero organizar el lugar de trabajo se debe hacer antes de ponerse a estudiar.

«¡Puedo apañármelas solo/a!»

Pedir ayuda no es un signo de debilidad, sino al contrario, un signo de fortaleza. Si notas que no sabes bien lo que estás haciendo, pregunta a tus padres o a tus compañeros/as. Si puedes debatir el tema que estés estudiando con otras personas, ¡genial! Esto te servirá para procesar lo que has aprendido y podrás intercambiar pensamientos que te lleven a nuevas ideas. Si esto no te ayuda, escribe un email a tu tutor o pregúntale en clase. Los/as profesores/as están ahí para ayudarte si tienes dificultades.

Conclusión

Si empiezas a estudiar con suficiente antelación, haces un plan de estudio realista, intentas entender el contenido y no sólo aprenderlo de memoria, y vas apartado por apartado sin saturarte, no hay mucho que se interponga en tu camino para aprobar el examen. 

Si notas que has estudiado demasiado y tu cabeza ya empieza a echar humo, tómate un descanso, aunque no lo hayas planeado. Precisamente para momentos como éste es necesario haber creado tu plan de estudio dejando tiempo suficiente para imprevistos. ¡Sigue adelante y no te rindas que tú puedes!

Si quieres seguir conociendo más sobre el tema y aprender algunos consejos, te recomendamos: Apps para mejorar tu concentración y ¿Qué no hay que hacer en tu rutina de estudio?

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