Los periodos de exámenes son épocas que exigen gran cantidad de concentración y trabajo, con el estrés asociado que eso conlleva, y que generalmente provoca noches en vela o de sueño inquieto. Así que, ¿cómo podemos relajarnos y conseguir descansar profundamente por la noche para estar en la mejor forma posible cuando nos toque enfrentarnos al examen al día siguiente?

1. Antes de dormir

Antes de irte a la cama, es importante evitar cualquier tipo de estimulación innecesaria. Con esto nos referimos a teléfonos, ordenadores, videojuegos, películas, series… Se suele recomendar también dejar de estudiar al menos una hora antes de irte a dormir y, en cambio, leer un libro (o algo que no esté relacionado con tus exámenes), meditar o, incluso, realizar ejercicios de respiración y relajación. También puedes salir a dar un paseo corto o darte un baño caliente para pensar en otra cosa. En suma, cualquier cosa que te de paz y haga sentir en calma. Pero, sobre todo, lo más importante es que airees bien tu habitación al menos diez minutos antes de irte a dormir.

2. Medicamentos

No es recomendable tomar medicamentos del tipo somníferos y otros durante tu época de exámenes, incluso cuando estás experimentando ciertos problemas para dormir. Piensa que es algo normal y relacionado con el estrés del momento. Puedes intentar tomar remedios naturales como tés de hierbas o aceites esenciales, que te ayudarán a relajarte. Tanto doctores como farmacéuticos te informarán acerca de remedios alternativos más útiles que las pastillas para dormir y con menos efectos secundarios. Si los problemas persisten, no dudes en preguntarles cuál es la mejor manera de mejorar tu ciclo del sueño.

3. Regularidad

Es importante que prestes atención a tu ciclo del sueño y lo respetes. Una práctica habitual entre estudiantes es la de estudiar a altas horas de la noche, ignorando las señales de cansancio que les manda su cuerpo. Esto es error a evitar, pues cuando estás cansada, tu cerebro no tiene la energía necesaria para aprender. Así que, seguir empollando cuando ves que no puedes más, es totalmente contraproducente: el cerebro no absorbe ni procesa lo que estudias, el aprendizaje no se produce, y tu te vas a dormir tarde y al día siguiente acusarás ese cansancio y no serás capaz de levantarte temprano y aprovechar el día. Es más aconsejable coger el hábito de irse a dormir a una hora razonable de manera regular para así descansar bien y continuar con el estudio al día siguiente sin sueño y cansancio acumulado.

4. Ejercicio

Hacer deporte es buenísimo para la salud. El cuerpo tiene más energía y la memoria mejora. Una de las mejores maneras de solucionar tus problemas de sueño es hacer algo de ejercicio por la mañana, pues el deporte mejora tus niveles de energía y atención. Por eso, si en lugar de por la mañana, decides hacer ejercicio por la tarde, tendrás demasiada energía antes de irte a dormir, lo cual es exactamente el efecto opuesto a lo que buscas (especialmente si tienes problemas para dormir). Así que es mejor que hagas deporte a primera hora del día. De esta manera, estarás cansada por la tarde y te irás a dormir antes.

5. Alimentación

No es ningún secreto que la comida juega un papel fundamental en nuestra salud y como nos sentimos. ¡Así que es importante que prestes atención a lo que te metes en el cuerpo! En épocas de exámenes, es tentador picar todo lo que tienes a mano, ya sean dulces o refrescos, que contiene grandes cantidades de azúcar y pueden provocar fluctuaciones en tus niveles de azúcares en sangre. Lo mejor es establecer ciertos hábitos y, por ejemplo, no consumir bebidas azucaradas o con cafeína más allá de las cuatro de la tarde, (lo que significa, no más bebidas energéticas o café a partir de esa hora). Además de esto, lo ideal seria comer a horas regulares y siempre en el mismo horario, y preferiblemente algo saludable y equilibrado, ya que ese tipo de comida facilita una buena digestión. La comida grasienta y /o con mucho azúcar es más complicada de digerir, y dificultan el sueño, teniendo un gran impacto en tu descanso. Por lo que, si quieres dormir bien, es mejor cenar algo ligero.

6. Duerme lo suficiente

Para mantener tu cuerpo y tu cerebro en buena forma, se recomienda dormir al menos siete horas al día. Por tanto, para rendir bien en el periodo de exámenes es necesario que te asegures de que duermes al menos esa cantidad. Y no, dormir no es una pérdida de tiempo cuando tienes que estudiar. Dormir es absolutamente esencial para mantener tu capacidad de concentración y retención de conocimiento. Durante el sueño, el cerebro almacena la información que ha ido recibiendo durante el día, lo que significa que, de hecho, dormir mejora tu capacidad de memorizar y recordar datos. No solo eso, sino que, además, dormir también reduce el estrés: un sueño profundo contribuye a evitar el estrés del día siguiente. También puedes dormir una (¡breve!) siesta en mitad del día, lo cual es, de hecho, mucho mejor para tu organismo que el café o las bebidas energéticas. Una siesta breve no debería durar más de 20 o 30 minutos, tiempo suficiente para dejar que tu cuerpo se recupere y recargar las pilas.

7. ¡Cuidado con la luz azul!

Nuestra exposición a la luz azul es constante en el día a día, fundamentalmente debido a las pantallas de nuestros ordenadores y teléfonos. Esta luz puede provocar efectos indeseados, como dolores de cabeza y visión borrosa. También “engaña” a nuestro organismo, pues detiene la producción natural de melatonina, lo que ralentiza el tiempo que tardamos en dormirnos. Así que, considera poner un filtro de luz azul en todas tus pantallas ¡seguro que notas la diferencia! Tu sueño te lo agradecerá.

Conclusión

Seguir estos consejos te ayudará a mejorar la calidad de tu seño durante periodos de estrés difíciles. Con un buen descanso y buenas prácticas de estudio ¡no habrá quien te pare en tus exámenes! ¡Buena suerte y disfruta aprendiendo!

Si te ha gustado este artículo y quieres saber más sobre cómo afecta el sueño en el aprendizaje o alguna estrategia para mejorar dicho aprendizaje, puedes echar un vistazo a nuestros blogs: Influencia del sueño en el proceso de aprendizaje y Estrategias de apoyo en el aprendizaje