¿Cómo dominar los exámenes tipo test?

Las preguntas tipo test se incluyen cada vez más en los exámenes. Por lo general, hay una pregunta o una afirmación para la que hay que elegir y marcar una o varias respuestas. Es como jugar a ¿Quién quiere ser millonario? en clase, pero, desafortunadamente, sin dinero como recompensa. Este tipo de preguntas permiten comprobar los conocimientos de los estudiantes de forma eficaz. Sin embargo, resolverlas no siempre es tan fácil como parece, hay que leer mucho en poco tiempo y tomar decisiones rápidamente. Estas también se incluyen en exámenes de la universidad o en el examen teórico para obtener el carné de conducir ¿Por qué está en todos lados? Sencillamente porque son muy fáciles de corregir, lo que es una gran ayuda para los profesores cuando tienen muchos alumnos.

Este artículo está lleno de consejos para superar un examen tipo test. Verás de dónde vienen los errores más comunes, cómo evitarlos y cómo puedes prepararte para un examen de este tipo.

¿Cómo prepararse?

Un examen tipo test no es como un examen donde desarrollas ideas, por lo que el estudio debe ser diferente. La clave de los tipo test es conocer hechos. Por lo tanto, debes estudiar exactamente los apuntes o el material que recibas de tu profesor. Estos exámenes no requieren la misma creatividad que los exámenes con preguntas de redacción. ¿Qué quiere decir esto? ¡Exactamente! Debes usar solamente métodos que te ayuden a memorizar. Por ejemplo, el método de estudio con tarjetas es adecuado para aprender datos.

¿Cómo gestionar el tiempo?

Antes de empezar a responder a las preguntas, es recomendable que dividas el tiempo que tienes. Lo mejor es calcular cuánto tiempo tienes para cada tarea. Para ello, divide el número de preguntas que hay entre el tiempo del que dispones. De este modo, sabrás cuánto tiempo puedes dedicar a cada tarea antes de pasar a la siguiente. Además, saber cuánto tiempo te llevará leer y resolver cada pregunta te ayudará a mantener la calma durante el examen. ¡Recuerda! Deja tiempo para revisarlo todo al final. ¿Escribiste tu nombre y rellenaste todas las hojas? Si el examen es muy largo, haz pequeños descansos mientras estudias. Por ejemplo, después de 20 minutos, levántate, bebe agua y estira los brazos. Otra opción es contar páginas en vez de tiempo. Por ejemplo, cada dos páginas, para y tómate un respiro.

La importancia de leer atentamente

Este consejo se aplica a todos los exámenes, ya sean tipo test o de desarrollo. Hay que leer bien la pregunta antes de responderla. Seguro que alguna vez te has sorprendido al cometer un error y luego te has dado cuenta de que en el enunciado no ponía lo que creías. Puede que al leerlo rápido hayas visto una afirmación y realmente era una negación y no te has dado cuenta de que había un «no» en la frase. Para evitar esto, lee las preguntas con cuidado.

Otro error por falta de atención es marcar solo una opción cuando había que poner más de una. No des por hecho que solo hay una opción correcta, ¡lee las demás antes de pasar a la siguiente pregunta! Un truco para no confundirte si las respuestas son parecidas es leer la pregunta tapando las respuestas. Entonces, piensa qué responderías. De este modo, no te condicionará la cantidad de información similar de las respuestas y verás claramente la opción correcta.

Por último, la intuición es una buena herramienta. Si has marcado una opción y luego dudas, ¡no lo cambies! La primera impresión suele ser la correcta.

¿Qué hacer si no sabes la respuesta?

Si no ves una respuesta clara, usa la técnica de la eliminación. Intenta averiguar qué respuestas no son correctas y ve tachándolas. Te será más fácil encontrar la respuesta correcta cuando has disminuido el número de opciones. Esto también puede ayudarte cuando hay mucha información en cada respuesta y las oraciones son largas y complicadas. Te agobiarás menos si tachas aquello que no es correcto y te quedas con unas pocas oraciones entre las que elegir.

Si no sabes cuál es la respuesta correcta y tampoco sabes cuáles son las opciones incorrectas, deja esa pregunta y salta a la siguiente. Puedes dibujar una marca al lado de ese enunciado para que, al final del examen, puedas localizarla y volver a ella. A veces, las preguntas siguientes contienen información de las anteriores y pueden actuar como pistas.

Otros consejos y trucos

Estos trucos te pueden servir en un momento de máxima incertidumbre. Por ejemplo, algunas palabras como «nunca» y «siempre» pueden indicarte que esa opción es incorrecta. Al contrario, las opciones que incluyen palabras como «a menudo» y «raramente» tienen más posibilidades de ser las correctas. ¡Cuidado! Esto no ocurre en el 100% de los casos. Por otro lado, si las respuestas incorrectas no restan puntuación, ¡no dejes nada en blanco! Es muy importante que marques siempre una respuesta. Quién sabe, a lo mejor la aciertas. Si no la respondes, es imposible ganar puntos, pero si la respondes, puede ser que tengas suerte y sea la respuesta correcta.

Puntuación

Hay diferentes formas de calificar los exámenes tipo test. Puede ser que cada respuesta correcta dé un punto, mientras que las respuestas incorrectas no puntúan. También es posible que las preguntas mal contestadas resten puntuación. Por lo tanto, averigua cómo se corregirá el examen antes de hacerlo. Si las respuestas incorrectas restan, mejor no las contestes si no las sabes.

Conclusión

Los exámenes tipo test no son necesariamente más fáciles que los exámenes con preguntas abiertas. Sin embargo, para los tipo test debes prepararte muy bien porque tienes que ser capaz de recordar mucha información en poco tiempo. Lo más importante para aprobar un examen tipo test es leer con atención los enunciados para no cometer ningún error por descuido. Otro factor determinante es el tiempo. Calcula de cuánto tiempo dispones por pregunta. Por último, contesta a todas las preguntas. Sería una pena perder un punto por dejarlas en blanco.

Como consejo final, recuerda que mantener la calma y la concentración es lo más importante, por lo que debes tomarte breves descansos si estudiar te resulta demasiado pesado. El estrés provoca que se cometan errores. Cuando estudias con calma y tiempo, el cerebro procesa mejor la información y ¡ya solo quedaría demostrarlo en el examen!

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